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JORGE CAMACHO

Estaba considerado unánimemente como el último gran artista vivo del movimiento surrealista y sus cuadros se encuentran en las colecciones permanentes del MoMA de Nueva York, el Pompidou de París o el Museo Reina Sofía de Madrid.

 

Jorge Camacho había nacido en La Habana el 5 de enero de 1934. De formación autodidacta, lecturas tempranas le llevaron a interesarse por el surrealismo. Revistas europeas y los libros de André Breton, Paul Eluard y Georges Peret le abrieron al descubrimiento de todo un universo creativo e intelectual, aunque Camacho siempre reconoció que fue la pintura y la vida de Paul Gauguin lo que decidió su vocación pictórica. Su inquietud le lanza a viajar fuera de la isla caribeña, y recala en Perú y México, donde dominaban los muralistas (Siqueiros, Orozco), que no le interesaron nada y le provocan una fuerte decepción al ver "un arte extremadamente politizado". Sin embargo, en Ciudad de México encontró a Rufino Tamayo y Carlos Mérida, a la sazón marginados por los muralistas de ferviente ideología estalinista. Tamayo le influye de manera poderosa, lo mismo que las obras de Wilfredo Lam, y después Joan Miró e Yves Tanguy.

Fuente: El País

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